Buenos días.
Hoy es viernes, y toca cuento.Vamos a ver uno que os gusta mucho y hemos visto varias veces en el cole. ¿Os acordáis de los siete cabritillos y el lobo? seguro que sí. Pues ese es el cuento de hoy.
Lo vais a ver con papá y mamá, prestando mucha atención.
Ahora tenéis que ir contestando a estas preguntas:
¿cuántos cabritos son? y ¿a cuántos se comió el lobo? ¿quedó alguno escondido en la casa?
Di tres lugares de la casa en los que se escondieron los cabritillos para que el lobo no se los comiera.
La mamá cabra cortó la barriga del lobo, ¿con qué instrumento se la cortó y qué le metió dentro?
Jugamos a verdadero o falso:
Había una vez tres conejos que vivían con su mamá vaca.
La mamá cabra salió a comprar y dejó solos a los cabritillos.
El lobo quería jugar al parchís con las cabritas.
Los cabritillos vieron las patas rojas del lobo, por debajo de la puerta.
La mamá cabra metió en la barriga del lobo un montón de chuches.
El lobo se cayó al río y se ahogó.
Podéis hacer un dibujo de lo que más os haya gustado del cuento.
INFANTIL 3- 4- 5 AÑOS
Una versión actualizada del cuento de hoy.
Érase una vez una mamá cabra y sus siete cabritillos. Vivían en una cabaña en un bosque. En el bosque vivían otros animales: ardillas, conejos, pájaros, búhos…y un lobo.
Un día
aparecieron en el bosque unos bichitos que hacían enfermar a los animales. El
señor búho, que era el jefe de los animales, dijo:” UH, UH, UH estos bichitos
son muy peligrosos, lo mejor es que nos quedemos todos en casa y sólo salgamos
a la tienda de la señora ardilla para comprar comida y a la farmacia de don
rabito y que nos dé a todos mascarillas y guantes para no enfermar”.
Y así lo hicieron todos, menos el lobo Perico,
que decía:” GRRRR, ¡yo no tengo miedo a nada!, y no quiero ponerme ni
mascarilla ni guantes”.
Así, la señora ardilla no lo dejaba entrar en su tienda
para comprar comida. El lobo Perico sin poder comprar comida tenía muchísima
hambre.
Una mañana,
mamá cabra les dijo a sus hijitos: “voy a salir a la tienda, vosotros quedaros
en casa jugando, dibujando y viendo la tele un ratito”. Se puso su mascarilla y
sus guantes y salió.
El lobo
Perico estaba vigilando y cuando vio salir a la mamá cabra fue a casa de los
cabritillos. Llamó a la puerta, quería engañarlos y robarles algo de comida.
Los cabritillos no hicieron caso al lobo y no le abrieron la puerta, por la
ventana de la cabaña le enseñaron un dibujo que ponía: QUEDATE EN CASA.
El lobo
enfadado se fue a otra casa, los conejitos hicieron lo mismo, le enseñaron otro
dibujo que decía: QUEDATE EN CASA. Y lo mismo le ocurrió en casa de los
pájaros, los búhos y los ciervos.
Estaba
enfadado y triste, y con mucha hambre. Se tumbó en medio del bosque y empezó a
llorar: “buahhh, buahhh…”. Cuando los animalitos oyeron al lobo llorar, se
asomaron a las ventanas de sus casas y empezaron a cantar: “Resistiré, valiente
frente al lobo. No dejaré que entre en casa y me quiera robar, y aunque llame
muy fuerte a mi puerta, no abriré, no abriré”. Resistiré, quédate en casa lobo;
la mascarilla y los guantes te los tienes que poner, porque si sigues siendo
así de malo, enfermaraaás”.
El lobo oyó
la canción y vio lo contentos que estaban los animales en sus casas, pensó y
pensó y decidió que, si no quería morir de hambre, lo mejor sería hacer caso al
señor búho y hacer lo que todos.
Desde aquel día el lobo Perico se portó bien,
se puso guantes y mascarilla y así pudo ir a comprar comida a la tienda de la
señora ardilla.
Estaba tan
contento que todas las tardes sacaba su equipo de música al balcón de su casa y
todos los animales cantaban y bailaban juntos desde sus ventanas.
Los bichitos
al ver que nadie enfermaba porque todos tenían mucho cuidado, se fueron del
bosque para siempre.
Y colorín
colorete este cuento se fue en un cohete.
Espero que esta versión del cuento os haya gustado y divertido.😀😀
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